De alguna manera u otra todos los que nos dedicamos a la magia debemos poner en práctica estos consejos que a continuación les muestro y que serían como los 10 mandamientos de todo buen mago y que nos ayudan a lograr lo antes mencionado.

Practicarás, practicarás y practicarás hasta hacer a la perfección un truco. Primero practicarás el truco en sí y más tarde los comentarios que vas a hacer y la presentación que vas a dar, es decir, todo a la vez. Finalmente repetirás el punto 1. ¡ NO ES BROMA !

Nunca jamás expliques a tu público cómo hiciste un truco. No importa cuánto te lo supliquen. Tan pronto como lo sepan, se pierde todo el misterio. Además, ya no les llamarán la atención los otros trucos que hagas una vez que hayan descubierto lo sencillo que son los secretos.

Nunca hagas el mismo truco dos veces ante la misma persona. La primera vez el espectador nunca sabrá exactamente que es lo que va a ocurrir. La segunda vez, observará cada movimiento y así verá lo que no había visto la primera vez… precisamente lo que no quieres que vea.

Aceptarás críticas y consejos del público en general, así como de otros magos sin tratar de insinuar que sabes todos los trucos. Esto sólo significa perder la oportunidad de aprender nuevos trucos.

Utilizarás un espejo para practicar e identificar tus fallas y errores. Una vez que hayas practicado en el espejo, una cámara de video puede resultar muy útil para mejorar la actuación.

Nunca dirás lo que vas a hacer. Cuando tu público no sabe que vas a hacer, ellos disfrutan de la magia y es hasta el final del truco cuando se preguntan como se hace. Este es por tanto el objetivo de la buena magia.

El espectador SIEMPRE tiene razón. No intentarás discutir con alguien que cree que te ha descubierto y si te dicen que una carta es de espadas es que NO es de corazones. Te asegurarás por lo tanto que más de una persona vea que la carta sea de corazones. Discutir sólo muestra falta de seguridad.

No imites a los demás magos, sé tu mismo, crea tu propia personalidad y tu propio estilo.

Nunca seas presumido. Esto cae mal a las personas. Aún cuando las entretengas, no querrían ver otra magia. No tiene caso hacer magias a la gente que no quiere verlas. Así pues, sé modesto. Actúa como si a ti mismo te sorprendiera.

La Magia es un arte. Debes aprender bien los trucos pero no por ello te convertirás en un buen mago. El objetivo es LA PERFECCIÓN. Cuando se consigue levantar esa atmósfera mágica y esa sorpresa es cuando uno se convierte en un buen mago.